Bangkok

Después de 16 horas de vuelo hemos llegado a las 8 de la mañana a Bangkok, nos hemos dirigido a Adunas para que nos sellen el pasaporte. La cola es muy larga y van muy lentos ya que se tiran un montón de rato con cada persona. Apenas quedaban dos persona para que nos tocara y Mireia como de costumbre se empieza a encontrar mal y me dice “Me estoy mareando” y yo he pensado ya empezamos…. Apenas pasan 10 segundos la tenemos que tumbar porque ya se ha desmallado, monta el show de siempre y 20 personas atendiéndola y 4 de seguridad. Al rato ya se recupera y nos llevan por la cola preferente y nos saltamos la cola.. voy a pensar que lo hace expresamente para no tener que hacer cola. Recogemos las maletas y subimos a la cuarta planta a coger un taxi de los que llegan que salen más baratos. Pillamos el primero que vemos y nos dirigimos al hotel, el taxi nos sale muy bien de precio, 2 peajes y la carrera nos sale por (300BHT) unos 7€ por 45min de trayecto.

Al llegar al hotel dejamos las maletas y nos dirigimos al Gran Palacio, los conductores de los “Tuk-Tuk” no paran de atosigarte para que cojas uno, decidimos ir andando y luego nos arrepentimos ya que el calor es insoportable y estas sudando todo el día y la ropa se te queda enganchada… Después de perdernos por las calles y caminar más de media hora llegamos al Gran Palacio y que sorpresa que no me dejan entrar por culpa de mis pantalones piratas. Esto es peor que las discotecas de BCN, solución me tengo que comprar unos pantalones negros de elefantes dorados que son 4 tallas más grandes y entrar con eso al templo, menos mal que no son caros (150 THB) 3€ más o menos.  Entramos al palacio y pasamos 2 horas contemplando lo maravilloso y bonito que son todas las esculturas de oro y las pagodas enormes que hay por todas partes.

Después nos dirigimos a ver al buda reclinado de Wat Po de 46 metros de longitud. 

Es impresionante, es enorme y como es costumbre hay que descalzarse para entrar en las zonas sagradas.

Después de pasear por la zona nos dirigimos a ver el templo Wat Arun para el cual tenemos que coger un barco que nos cruza el rio. El templo es espectacular están muy bien cuidados y muy decorados son una pasada.

Ya destrozados y muy cansados decidimos volver al hotel para descansar un rato e ir a cenar y pasear por Khao San road que es una calle llena de paradas ambulantes y con muchísimo ambiente, lo que no encuentres en esta calle no lo encontraras en ningún lado, camisetas, relojes, gafas, falsificaciones… todo lo que te puedas imaginar.